Los seres humanos podemos inventar y elegir en parte nuestras formas de vida. Sin embargo, podemos también equivocarnos. Para no equivocarnos debemos procurar un cierto saber vivir que nos permita acertar. A este saber vivir es a lo que llamamos ética. No obstante, lo que vaya a ser nuestra vida, dependerá en gran parte de nuestra libertad, es decir, de nuestra capacidad para inventar, elegir y discutir por nosotros mismos nuestro propio proyecto de vida. Así, la libertad es poder decidir racional y responsablemente nuestros propios cursos de acción, haciéndonos cargo de las consecuencias de nuestras acciones.
Somos libres, pero siempre elegimos entre lo posible, de acuerdo con nuestras propias posibilidades. Sin embargo, elegir en la omnipotencia, significa nada menos que lo contrario de elegir entre lo posible; significa conseguir siempre lo que uno quiere y como uno lo quiere, aunque parezca imposible.
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